Este texto es un breve comentario a algunos temas señalados por el Papa Benedicto XVI en el Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
“El concepto de amistad ha tenido un nuevo auge en el vocabulario de las redes sociales digitales que han surgido en los últimos años” [1].
Precisamente, en el top de palabras buscadas en Internet están las redes sociales [2]. Éstas funcionan en un sitio web que permite a las personas inscribirse gratuitamente y mostrar su perfil, gustos, historia, capacidades y cualidades; además compartir fotos, música, comentarios; y entre otras funciones. Así, podemos decir que la red social en Internet es una proyección de vida social de la vida cotidiana; pero aquí los amigos de mis amigos se pueden sumar a mi red personal.
En América Latina entre las redes sociales más buscadas y usadas son Hi5 y Facebook [3], pero existen redes asociadas a Microsoft como la de Hotmail o Windows Live; a Google como Orkut y tantas otras como My Space, Flick, bebo, Tuenti y Sonico [4].
En la redes sociales muchos han tratado de ver una comprobación de la teoría de los “seis grados de separación”, que apareció por primera vez como ensayo de un escritor húngaro en 1929 [5]. La teoría intenta demostrar que cualquier persona podría contactarse con otra de cualquier lugar del mundo sin necesidad de más de seis intermediarios.
Así, vemos como las posibilidades de conocer más personas de diversas latitudes se ha hecho más fácil a través de estos nuevos servicios. Pero con todos estos avances que multiplican las posibilidades de interrelacionarse; también se corre riegos de banalizar “el concepto y la experiencia de amistad” [6]; y pueden llevar necesariamente a un deterioro de la disponibilidad para el otro.
El reto para la juventud y los usuarios de estos medios está en no plantear oposición entre amistades online y las personas cercanas de la vida cotidiana como los vecinos, los del trabajo, los de la escuela y especialmente con cada miembro de la propia familia; pues en ambos campos la amistad auténtica exige compromiso, dedicación, disponibilidad de tiempo y servicio, diálogo y espacio para el encuentro cordial y fraterno.
El mensaje destaca que la obsesión en el uso del medio tecnológico puede traer como consecuencia que la persona se aísle, interrumpiendo su interacción social real. Esto termina por alterar también los ritmos de reposo, de silencio y de reflexión necesarios para un sano desarrollo humano” [7]; también tan necesarios para el encuentro profundo con el otro y con Dios.
El primer contacto y el sostenimiento de la amistad
Dice el mensaje sobre la amistad: “Este concepto es una de las más nobles conquistas de la cultura humana. En nuestras amistades, y a través de ellas, crecemos y nos desarrollamos como seres humanos. Precisamente por eso, siempre se ha considerado la verdadera amistad como una de las riquezas más grandes que puede tener el ser humano” [8].
En el mensaje del año 2002 para la Jornada Mundial de las Comunicaciones, Juan Pablo II nos da luces acerca del buen uso de Internet: “Sobre todo, al proporcionar información y suscitar interés, hace posible un encuentro inicial con el mensaje cristiano, especialmente entre los jóvenes; Internet puede servir para ponerse en contacto por primera vez, para pasar del mundo virtual del ciberespacio al mundo real de la comunidad cristiana” Y como segundo elemento importante resalta: “En una etapa posterior, Internet también puede facilitar el tipo de seguimiento que requiere la evangelización. Especialmente en una cultura que carece de bases firmes, la vida cristiana requiere una instrucción y una catequesis continuas, y esta es tal vez el área en que Internet puede brindar una excelente ayuda….” [9]
Resalta este mensaje: “Internet no puede suplir nunca la profunda experiencia de Dios que sólo puede brindar la vida litúrgica y sacramental de la Iglesia” [10].
Todos buscamos tener y conservar amigos del alma y para encontrar estos amigos, hay que pasar del ciberespacio al encuentro real; sin encuentro real no hay verdadera amistad. De qué vale tantos contactos en el messenger, en el hi5 o facebook, si en el fondo el corazón está vacío; hay que dar el salto al compromiso con el otro, sostener a los amigos, animarlos a “desarrollar sus capacidades y talentos” [11].
Un espacio para todos
Por último es importante señalar que este instrumento tiene muchas ventajas para la comunicación y socialización humana, sin embargo, se percibe que el ambiente tecnológico está caracterizado no solo por un tipo de pobreza material.
Dice el mensaje: “se ha de procurar que el mundo digital en el que se crean esas redes sea realmente accesible a todos. Sería un grave daño para el futuro de la humanidad si los nuevos instrumentos de comunicación, que permiten compartir saber e información de modo más veloz y eficaz, no fueran accesibles a quienes ya están social y económicamente marginados, o si contribuyeran tan sólo a acrecentar la distancia que separa a los pobres de las nuevas redes que se desarrollan al servicio de la información y la socialización humana” [12].
La accesibilidad y el estar on-line, cada vez es menos un asunto de ricos o de pobres, pues muchísimas personas tienen la posibilidad de usar estas herramientas.
La tecnología móvil es donde más se han reducido las distancias. Si bien, existe una pobreza real; el problema de la pobreza no se soluciona, teniendo un celular o acceso a Internet; la gran pobreza es interior y moral en este campo tecnológico; al usar de estos medios se cree que esta ausente la moral; y hay una perdida fáctica de conciencia sobre el bien; que trae también entre otras consecuencias que el contacto inicial no llegue a ser una amistad sólida; el uso de Internet urge la vivencia de valores sólidos y profundos; especialmente urgente de ser enseñados y vividos por los jóvenes que están comenzando a construir sus vidas.
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Notas
[1] S.S. Benedicto XVI, Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 de mayo de 2009.
[2] Fuente: Google Insights for Search.
[3] Fuente: Google Insights for Search.
[4] Fuente: Alexa the Web Information Company.
[5] Frigyes Karinthy propuso la teoría en una corta historia llamada Chains.
[6] S.S. Benedicto XVI, Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 de mayo de 2009.
[7] S.S. Benedicto XVI, Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 de mayo de 2009.
[8] S.S. Benedicto XVI, Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 de mayo de 2009.
[9] S.S. Juan Pablo II, Mensaje de las Comunicaciones Sociales, 24 de enero de 2002.
[10] Mensaje de S.S. Juan Pablo II para la XXXVI Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales
Vaticano, 24 de enero de 2002
[11] S.S. Benedicto XVI, Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 de mayo de 2009.
[12] S.S. Benedicto XVI, Mensaje para la XLIII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 24 de mayo de 2009.