Chincha Hoy. Entrevista sobre el terremoto del 15 de Agosto

*Fuente: Peru.21

Ralph Berninzon: Algunos municipios de Lima vinieron a hacer show

El terremoto del 15 de agosto devastó Pisco, Ica y Chincha, donde está Ralph Berninzon, hermano del Sodalicio de Vida Cristiana, organización que ha llevado y canalizado mucha ayuda material y espiritual a los damnificados. Más información sobre su trabajo en www.seamosesperanza.org


"Por esas cosas de Dios, ese día yo estaba en Lima. La primera noticia fue que había ocurrido en Pucallpa. A la media hora dijeron Chincha. Vine volando. Llegué a media noche. El caos era total. Todo estaba oscuro. No había podido comunicarme con nadie por teléfono. La gente corría. Chincha era una nube de tierra por el polvo de las casas de adobe que se habían caído. Pero verlo de día fue más impresionante. Era muy doloroso ver tantas familias sufriendo", explica Ralph Berninzon.

¿Cómo respondió su organización?
Al día siguiente llegó un primer equipo de voluntarios médicos para ayudar con lo más inmediato, apoyando a los médicos locales, cuya capacidad había sido totalmente sobrepasada. Otros voluntarios atendieron a las familias evaluando las necesidades más urgentes. El primer fin de semana llegaron unas 400 personas para ayudar; en el segundo, más de 700 para apoyar en remoción de escombros y en distribución de alimentos y ropa. Algo que nos ha caracterizado es que nuestra atención no ha sido solo asistencialista. También hemos ofrecido acompañamiento espiritual, buscando dar esperanza, porque la gente estaba muy golpeada.

¿Cómo estaba la situación?
Aunque Chincha no ha recibido mucha atención de los medios de comunicación, tuvimos la misma cantidad de destrucción que Pisco e Ica juntos.

¿Cuál era el ánimo de la ciudad en los primeros días?
Las primeras tres semanas fueron muy duras. La gente se preguntaba qué había hecho, por qué tenía que pasar esto. En tres minutos se les cayó lo que habían construido en años. Algunos perdieron familiares. Pero quizá lo peor fueron los muchos heridos. Había familias en donde los papás estaban muy mal y no había quién cuidara a los niños.

¿La gente retomó su trabajo?
Había quienes decían que todos tenían que ponerse a trabajar, pero la gente no tenía dónde guardar sus cosas. Hubo mucho pandillaje. Cuando la seguridad mejoró, se pudo comenzar. Aunque, como siempre, hubo quienes se sentaron a esperar. Tuve que cuadrar a varios que me encontré bebiendo en las carpas.

¿Cómo entiende este suceso?
O la persona se crece y la situación lo ayuda a humanizarse o se amarga, se deprime y se destruye. Creo que, aquí, la mayoría ha reaccionado en positivo. Hay testimonios increíbles. Una comunidad que me enorgullece es San Matías, en el campo, en Chincha Baja. Uno llegaba a ayudar y más era lo que lo ayudaban a uno. Estaban muy organizados y positivos. Se habían caído todas las casas, pero compartían lo que tenían con los que llegábamos a ayudar. Y mucho de eso lo lograron los dirigentes. Una señora, Melchorita, le imprimía fuerza a su gente y, si era necesario, los cuadraba. En otros lados quizá, lamentablemente, no tuvieron líderes así.

¿El Estado se hizo presente?
Ha estado. presente. Sé de gente del Estado que se ha esforzado por responder. Pero es muy lento y produce problemas cuando uno quiere resolver situaciones. La situación ha sobrepasado a todos. Los jefes de Defensa Civil son los alcaldes, y ellos no estaban capacitados para esto. Y la gente capacitada se trababa con la burocracia. Nosotros trabajamos desatorando eso. Y se logró en parte, pero también fue frustrante.

Veo que aún hay muchos cerros de escombros en las calles.
Dicen que para mediados de diciembre habrán acabado. Lo dudo. Sé que por fin se ha comenzado a reparar los colegios. Es increíble que hayan pasado tres meses y no se les haya puesto un solo ladrillo. Eso es urgente. Bueno, gracias a Dios, ya está saliendo. Nosotros estamos siendo facilitadores entre Estado, empresa privada y población. Y siempre hemos coordinado muy de cerca con las parroquias locales.

¿Quién ha hecho las cosas aquí?
Ha habido mucha iniciativa privada local, ONG y organizaciones extranjeras eficientes. Otros -quizá con buena intención, no lo sé- han generado caos, como algunas municipalidades de Lima que vinieron a hacer shows, a pararse en medio de una plaza a tirar bolsas. Era humillante, en verdad. Pero otras sí hicieron estudios y trabajaron con personas locales haciendo que la ayuda llegara a donde tenía que llegar.

¿Y ahora, qué proyecta?
Estamos preparando la campaña 'Navidad es Jesús'. El año pasado llegamos a cien mil niños de todo el país. Este año queremos atender especialmente a los niños de acá.

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